“No tiene gracia venir a Valpo y
no toparse con un Incendio, es parte de nuestra identidad, de nuestro ser
porteños de tomo y lomo, y uno de nuestros grandes atractivos turísticos”
Vociferó ensimismado el alcalde de Valparaíso, en conferencia de prensa
realizada en el Barrio Puerto de la Capital de la Quinta Región. “Gracias
Unesco, Gracias Chile, Gracias Totales… ” Prosiguió el edilicio, evidenciando
una casi total intoxicación etílica.
In efecto, el atractivo de los
famosos y siempre celebrados siniestros veraniegos en la ciudad puerto, han cruzado
montañas y mares, al punto de que este miércoles la Unesco informó a la primera
autoridad de nuestro país, la decisión de convertirlo en parte del patrimonio
de la humanidad.
Inmediatamente la gente salió a
las calles a realizar fogatas y quemar pastizales en las zonas periféricas de
la ciudad, celebrando la buena nueva, un reconocimiento tan esperado como
soñado, y pensado, y orado, y todo lo demás. “Es emocionante, conchemimadre… yo
perdí todo, todo, mi casa, a mi mujer que estaba postrada, a un hijo… y a mi
perro… mi querido perro… como te extraño
fiel sabueso de mi corazón… perdón… me emocioné… es que me siento parte de
esto, estoy emocionado… Gracias Unesco, puta que son grandes” Palabras de un
habitante de la quinta región que reflejan el impacto de la noticia en el
popular. “Me encanta saber que quemar rotos sea una tradición reconocida a
nivel internacional”, manifestó Arthur Subercaseaux Sotomayor Videla, un
representante comunal, no precisamente del popular.
Ministerio de Vivienda y
Urbanismo, manifestó que acordé a dicho reconocimiento internacional, se
proyecta la reconstrucción permanente de las viviendas siniestradas,
enfatizando en la utilización de material altamente combustible, con el fin de
favorecer la generación, propagación y estabilidad de los incendios. “Es una responsabilidad
de Estado fomentar el turismo y la ganadería en general” fueron las sinceras y
erráticas palabras de un ansioso, pero bien rankeado ministro.