Tras un estudio llevado a
cabo por la Facultad
de Medicina de la
Universidad del Mar, encabezado por Enrique Sotomenor, Master
en Neuromedicina Gastronómica, se concluyó que el nivel de contaminación
radiactiva de la Mortadela Jamonada
supera con creces la carga de plomo y mercurio del agua en Codelco, lo que pone
en grave riesgo la salud del chileno de clase media baja, tirando para pobre.
El Facultativo de la Universidad del Mar
fue claro, consistente, e incluso, algo sensual, al afirmar que: “El estudio comenzó a causa de la gran
cantidad de denuncias en relación a los efectos adversos de la mortadela
jamonada, como la prevalencia del dedo chico tiritón, el ojo piojo y marcadas
deformaciones en el epitelio anal” A
su vez, profundizó: “hay casos
documentados en los que no hubo ingesta, pero si uso indebido de la jamonada. Es
sabido que se esta utilizando como anticonceptivo o relleno de almohadas. En
dichos casos, también se han registrado alteraciones metabólicas significativas”
Las autoridades sanitarias ya
se han hecho parte de esta denuncia y sugieren a la población preferir la
mortadela lisa sin pellejo o el paté de burro nortino, esto, hasta que se hayan
fiscalizado todas las rosticerías del país.