martes, 10 de marzo de 2015

Estupor en la Comunidad Científica: El Calentamiento Global no Calienta a Nadie.



In efecto, el mentado calentamiento global, del que se viene hablando desde hace décadas… no era tal… Últimos estudios llevados a cabo en el Conservatorio de Ciencias Totales y Cabales, de New Dickinson, indican que el aumento de las temperaturas, el derretimiento del chocolate y la muerte por calcinación espontánea, correspondería simplemente a una baja en los índices del enfriamiento global.

El Efecto Invernadero no existe, sonaba bonito, estiloso y new age, pero era insustentable. Creamos Greenpeace con el objetivo de deshacernos de un vasto stock de playeras fuera de moda… pero a decir verdad no funcó. Es más, siendo sinceros, la contaminación le hace bien al ser humano y al mundo en general, e incluso es posible decir que hoy en día contamos con un preocupante déficit de contaminación, que nos está volviendo más tontos. Nuestro real problema, el que más nos atormenta en esas noches de polución incesante, es que nos estamos enfriando cada vez menos”, manifestó Henry Magaña, eminencia en temas de calentamiento y descalentamiento de la materia, Doctorado en Refrigeración Autóctona Fibrilar.

Al consultarle por esta paulatina incapacidad de refrigeración, se esgrimieron muchas teorías, desde la influencia de la cinta adhesiva que no pega, el indiscriminado consumo de agua salada y la proliferación de las heces fecales en la dieta de los Namahuachi; pero lejos la que más espasmos sinápticos provoca, es la que sostiene Jackov Neumanana: “La gente anda caliente… hirviendo, no se modera, exuda y excreta calor permanentemente y no se preocupa por enfriarse”. Jackov, Clérigo de la Cofradía del Octavo Día, y especialista en Mecánica Progresiva Neo-Old, manifiesta que la irradiación térmica de los seres humanos ha alcanzado su pic en los últimos años, lo que ha repercutido atmosféricamente. En 1956, la temperatura del globo terráqueo era de 15ºC; en la actualidad supera los 64ºC. “Piénselo… si anda caliente, ¿cuantas ballenas mueren anualmente por su culpa?” enfatizó un poco apasionado y plano especialista.


El astrofísico y pluriacadémico, Doctorado en Ciencias Absolutas e Incuestionables, de la Universidad Cali, Dagoberto Berto Dago, es más enfático y va directo al grano: “es hora que la humanidad acepte que la muerte es inevitable… sea por calor o por frio, igual nos vamos a ir todos cortados”. Da para meditar y para parar el hueveo en seco, sin duda alguna. 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More